Imprimir en 3D cuánto cuesta ?

Se puede conciliar la personalización, un producto único a un módico precio? Es un hecho que la impresión 3D está en auge , el número de impresoras 3D vendidas evoluciona cada año hasta el punto que el mercado de la impresión 3D creció un 25,9% en 2015.

Sin embargo a la impresión 3D le cuesta introducirse en nuestra vida cotidiana.

Muchos consumidores no osan lanzarse por una razón de peso: el precio!.

A continuación les damos algunos consejos para ayudarles a reducir el coste de sus impresiones 3D: Existen muchos parámetros que  influyen en el precio de impresión en 3D.

La regla número 1 para disminuir el precio de una impresión 3D es de reducir la cantidad de materia.

El coste de la fabricación aditiva está directamente  relacionado al volumen de materia necesaria para la realización de la pieza. Vaciando correctamente un fichero el precio puede reducirse hasta un 60%.

No olvide pedir a su proveedor que, si la aplicación lo permite, vacíe sus piezas.

Si no está obligado a imprimir en una medida determinada, elija la menor medida posible. El volumen se reduce geométricamente y del mismo modo lo hará el precio.

Seleccione la tecnología y el material apropiado para la aplicación  final de su objeto.

La mayoría de particulares y medios de comunicación cuando hablan de la impresión 3D sólo se refieren a la  FDM.

Existe la idea preconcebida que la impresión 3D por extrusión de hilo (FDM) es la más accesible a nivel de costes. En esta tecnología  la materia es efectivamente económica, pero dependiendo de la geometría el número de  horas de impresión necesarias para la realización de la pieza pueden convertir el objeto en una  pieza  muy cara.

Pida consejo a su proveedor y proporcione el máximo número de detalles acerca del uso y condiciones que va a requerir su impresión 3D (Dureza, estado de superficie, color….) de este modo su proveedor podrá guiarle hacia el material más adecuando y así evitará los temidos errores en la elección de la materia  que generan dobles costes si conllevan la repetición de la impresión.

Los acabados y tratamientos se hacen a las piezas tras la impresión  y son en su mayoría procesos muy manuales que encarecen los costes.

Aplicar una imprimación o pulir una pieza requieren de mucho tiempo ya que se realizan de modo artesanal.

Cada tecnología y materia tiene su  acabado “bruto” específico, verifique con su proveedor la existencia de una materia  cuyo acabado bruto cumpla con sus necesidades o  se  acerque lo máximo a lo que busca para reducir el número de acabados.