La técnica de impresión 3D Metal recibe diversos Nombres como Selective Laser Melting (SLM),   Metal additive Manufacturing (MAM) o Direct Laser Metal Sintering (DLMS). El proceso de impresión 3D consiste en la superposición de finas capas de polvo metálico encima de una placa metálica que se solidifican mediante fusión láser hasta la obtención de la pieza.

El láser inicia su recorrido siguiendo una sección transversal del objeto calentando y fundiendo el polvo metálico. Se deposita una nueva capa de polvo sobre la precedente para que el láser prosiga con la siguiente sección. Se mantiene a una temperatura elevada durante todo el proceso para obtener un sinterizado óptimo. Una vez la impresión está acabada se deja enfriar la bandeja de construcción y se retira el exceso de material dejando al descubierto el objeto final.

Dadas las características de las piezas obtenidas esta tecnología requiere de soportes que se retiran tras la impresión.

Las ventajas de la Impresión 3d de metal más destacadas son las siguientes:

• Rapidez de impresión: Permite obtener piezas más rápidamente que por fundición, calderería o mecanizado.
• Geometrías Imposibles: Como la solidificación del polvo es selectiva el fichero determinará que zonas serán llenas y cuales permanecerán en formato polvo tras la impresión, que se esto 
• Optimización de piezas (peso, geometría
• Producción de series cortas o piezas Únicas sin utillajes
• Personalización
• Reducción de stock

No obstante hay que tener en cuenta que también existen algunas limitaciones como son una superficie de impresión limitada, estado de superficie bruto rugoso ( RA 7 en bruto y RA5 tras el arenado), marcas de soportes y coste elevado de piezas.

A continuación encontraran algunos consejos y sugerencias de modelado para piezas impresas mediante sinterizado láser:

• El grosor mínimo recomendado de una pared es de 0.8 mm.
• Tolerancias generales : Dimensiones < 6mm : ± 0,2 mm Dimensiones > 6mm : DIN ISO 2768 mL
• Las medidas máximas de impresión son de 250 x 250 x 250mm.
• Para aligerar la pieza, se puede crear una malla interior sin alterar las propiedades de la pieza final. En este caso se tiene que prever un orificio que permita la evacuación del polvo interior.